«El código de talento se basa en descubrimientos científicos revolucionarios que involucran un aislante neural llamado mielina, que algunos neurólogos consideran ahora el Santo Grial de la adquisición de habilidades.»
¿Os habéis preguntado alguna vez de dónde viene el talento? ¿Y cómo hacer crecer ese talento?
Desarrollar y dominar una habilidad es un mecanismo neurológico en el cual ciertos patrones dirigidos construyen esa habilidad. Nuestro Sistema Nervioso está lleno de carreteras (fibras nerviosas) que transportan la información (impulso nervioso). Igual que un camión transporta su mercancía de un punto a otro. Pero esas carreteras pueden ser lo que nosotros denominamos carreteras secundarias, donde el límite de velocidad es de 90 km/h y un asfalto lleno de parches y de no muy buena calidad o pueden ser autovías con límite de velocidad de 120 km/h, con asfalto muy liso, varios carriles, sin curvas…..
Estas fibras nerviosas ( carreteras) están recubiertas por mielina, una sustancia que envuelve y protege esas fibras, igual que nuestras carreteras están asfaltadas. Esta mielina es universal, todo el mundo la tiene y todo el mundo puede mejorarla (aunque cuando esto más sucede es durante los primeros años de vida).
Nosotros elegimos que tipo de carretera queremos tener

De esta forma, cuanto mejor es el asfalto y la carretera, más rápido y seguro podemos conducir. Cuanto mejor es la mielina, más rápida viajara la información en nuestro cerebro y sistema nervioso.
Podemos resumir entonces que, la habilidad (o el talento) está compuesta por unos circuitos vivos, y esos circuitos crecen según ciertas reglas.
Entonces….¿dónde está el truco? Pues en hacer crecer esa mielina lo máximo posible en el menor tiempo posible.
Hasta aquí nada nuevo. O por lo menos nada que no podamos aprender preguntándole a San Google. Pero, ¿cómo podemos utilizar esto en la práctica de un instrumento?
Eso es lo que vamos a intentar explicar a lo largo de los siguientes blog. Os esperamos 😉
Práctica Efectiva 2: La mielina hace al maestro.