A todas vosotras, que después de preparar desayunos, hacer camas, comprobar mochilas, preparar almuerzos, recordar mascarillas, llevar a los niños al cole, ir a trabajar, atender reuniones, fregar suelos, despachar cafés, soportar gritos, recibir cumplidos, contestar e mails, dejaros la piel en el aula con vuestros alumnos, pedir citas médicas, sacar recetas, estudiar oposiciones, consolar pacientes, extraer sangre, poner lavadoras, volver a por los niños al cole, preparar comidas, comprar comidas, improvisar comidas, recoger cocina, poner lavavajillas…. A vosotras, que, después de todo eso, y mucho más, abrís los violines (¡A vuestra edad! ¿Quién os lo iba a decir?) y os ponéis frente a vuestros hijos e hijas, pequeños, cansados, a veces disgustados, para que toquen; para tocar con ellos. Para compartirles algo que sabéis noble, como un secreto que, con entusiasmo y suavidad, conserváis en vuestros corazones, con la convicción de que, con el tiempo, ellos y ellas lo descifrarán. Y pese a que no os da la vida en absoluto, insistís, no cejáis en vuestro empeño, y, a vosotras, que, aunque sólo sea por un puñado de minutos de música compartida, os habrá merecido la pena vencer la derrota del día, el cansancio y la preocupación. También a vosotras cuando pasan los días y no encontráis la fuerza; cuando necesitáis un descanso y no conseguís componer el momento, ni el lugar, y miráis el instrumento cerrado, y os dejáis oscurecer por la culpa todopoderosa y omnipresente.

Dejadme que os diga que lo estáis haciendo bien. Fenomenal.

Que no os engañen las expectativas, ni los roles, ni la auto presión (que es la peor presión conocida), y que sigáis cuidando el secreto.

Este enigma, que como vosotras ya sabéis, tiene mucho más que ver con el vasto y fructífero horizonte que queremos mostrar a nuestros hijos e hijas, a través de la música, compartida, transmitiéndoles que todo queda a su alcance, con horarios o metas.

Un horizonte donde los logros se miden en escalas propias y genuinas, y donde los fracasos no son más que oportunidades de que se levanten, otra vez, asidos a vuestras manos. FELIZ DÍA A TODAS LAS MAMÁS, Y EN ESPECIAL A NUESTRAS MAMÁS SUZUKIS

Raquel, mamá de Raul, Manuela y Saúl.

Ser padres y madres es la mejor experiencia del mundo. No se cambia por nada. Y ser Padres y Madres Suzuki, tampoco se cambia por nada. La satisfacción de acompañar a vuestros hijos en su proceso de crecimiento es el mejor regalo que podemos pedir. Y eso es lo que estáis haciendo, acompañarlos y enseñarles a crecer, a convertirse en adultos nobles de gran corazón.

Pero nadie dijo que el camino fuera fácil….

El otro día estuve leyendo una entrevista con una gran psicóloga que hablaba del Apego Seguro. Y es fascinante ver como, la relación con nuestros hijos, desde el nacimiento, influye en el desarrollo de su personalidad. Esa necesidad que tienen nuestros hijos de sentirse acompañados, que John Bowlby públicó en 1977. (¿No os parece fascinante, y un poco terrible, que, una teoría tan importante, sólo tenga 40 años de vida?) Esta teoría describe cómo nos relacionaremos con los demás y con nuestro entorno en función del vínculo que hemos tenido con nuestros padres y nuestra familia…. Y ya me estoy yendo por las ramas…deformación profesional🙄 . Ya os hablaré de ella en otra entrada. ¡Que hoy se la dedicamos a las madres!

Continuo.

Para esas madres y padres ocupados, sobrepasados, siendo las mejores mamás y papás del mundo, os decimos: vuestros hijos pueden aprender a tocar el violín … si les ayudamos desde una perspectiva constructiva y positiva.

Y si tenéis un minuto al día, uno, para practicar con vuestro hijo, seréis capaces de ser Súper Mamis y Súper Papis Suzuki. Creednos. Si permites que el tiempo de práctica vaya creciendo de forma natural, si empiezas a ver que tus prácticas son productivas y que merecen la pena, encontrarás que se irá estableciendo la rutina y poco a poco la práctica será más sencilla. Organízate según tus estructuras familiares, tu tiempo, tus demás hijos…. Y poco a poco, te encontrarás practicando 20-30 minutos sin darte cuenta. Recuerda que seis días, un minuto cada día es más productivo que un sábado diez minutos.

Esto no quiere decir que vaya a ser siempre fácil. ¡De hecho, sería sorprendente que así fuera!. Lo más importante es el antes y el después de la práctica para nuestros hijos. Prepara el terreno, sobre todo con los más pequeños (avísalos con tiempo, prepara el sitio de práctica, prepara el violín, prepara la música y los altavoces,….) y busca un juego que le motive o su merienda favorita para terminar la práctica.

Es curioso que, la solución a los problemas para practicar, sea practicar más. Pero así es.

Hoy en día todos tenemos unas vidas súper ocupadas, tanto padres como hijos. Pero conseguir que practicar sea agradable y productivo, es el secreto para establecer una buena rutina de práctica.

Como dice Edmund Sprunger, debéis entender la diferencia entre “ayudar” a vuestros hijos a tocar el violín, y “usar” a vuestros hijos para tocar el violín. Sed padres en casa, no intentéis ser profesores.

Y ya lo hemos dicho muchas veces, nada de comparar a vuestros hijos. Pero a vosotros tampoco. Hablad con los demás padres y veréis que, aunque a simple vista la práctica les resulta fácil, no lo es. Las familias son como una gran casa con multitud de habitaciones y nosotros solo vemos lo que pasa en una ventana.

¡Ah! ¡Y recuerda! ¡Solo una cosa cada vez!

Por último quiero dar las gracias a esas Mamis Suzuki. A la que nos hace detalles para el reto de los cien días o nos construye recursos para clase, la que nos escribe unas palabras, la que hace de narradora en los conciertos, la que viene a clase con su hija a pesar de que no ha tenido buena tarde, a la que sale corriendo del trabajo para llegar a tiempo, a la que pone toda la ilusión en que su hijo progrese, a la que lloviendo a mares y con un gran berrinche de la peque viene andando hasta clase, a la que se divide para practicar con los demás hermanos, en definitiva a todas nuestras mamás Suzuki. Gracias por estar ahí.

PD: Estas preciosas palabras nos las dedica Raquel, mamá de Manuela, Raul y Saúl. Que tiene un precioso blog llamado Entre togas y Chupetes

Publicado por creciendoconsuzuki

Hola, Soy Mabel y soy Mamá y profesora Suzuki. Este sitio web se creó con intención de compartir anécdotas o consejos que puedan ayudar a todas las familias suzuki.

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