No se si definiría estos días como días raros…. pero es cierto que sí son días de incertidumbre, desconcierto e incluso miedo. Y una de las frases que más estamos escuchando es «Lávate las manos». Pues nuestro violín también podemos lavarlo. Pero no de cualquier manera. Hay que hacerlo con mucho cuidado, con productos no agresivos que puedan dañar el barniz.
Si limpiamos nuestro violín de manera regular, lo mantendremos en perfectas condiciones y nos durará más.
Vamos a explicaros cómo podéis hacerlo sin poner en riesgo vuestro instrumento:
- Para la madera, bastará con pasar suavemente un trapo seco, suave y que no produzca pelusas CADA VEZ que vayamos a guardarlo después de practicar. Mucho cuidado al pasarlo, no vayas a enganchar alguna pequeña astilla y hagas un mayor destrozo. Lo mismo sucederá con la vara del arco.
- Si quieres limpiar la madera más en profundidad, puedes acercarte a una tienda de música donde te venderán unos limpiadores de violín específicos que no dañan y ayudan a cuidarlo. Una solución casera sería con unas gotitas de aceite de almendras, pasarlo con un paño y después retirar el exceso.
- El diapasón, barbada y las cuerdas podemos limpiarlas con un poquito de alcohol. Pero mucho cuidado no toque ese alcohol la madera y su barniz ya que lo estropearía y ya sabéis que el barniz, afecta al sonido del violín. Podéis poner otro trapo cubriendo la madera para evitar accidentes.
- Para el interior del violín. Os vais a reír, pero para limpiar el interior del violín necesitas un puñado de arroz, lo echas por las efes, mueves con cuidado cual maraca y, con toooda la paciencia del mundo, lo pones boca abajo, sobre un paño o servilleta y vas sacando los granitos de arroz por las efes.
Esperamos que os haya sido útil.
(*)Actualizo para dar más información sobre los aceites.
Los aceites se suelen usar en la madera para crear una pequeña capa que los proteja y, a la vez, poder eliminar pequeñas impurezas. En ningún caso servirán para hacer una limpieza profunda, lo cual debéis hacerlo yendo a un luthier.
Los aceites no deben llevar aditivos y ser lo más naturales posibles.
¿Por qué se recomienda el aceite de almendra y no otro? Por ser un aceite muy blando, fácil de encontrar en su estado natural, que no «sella» enseguida y puede cubrir cualquier pequeño hueco o grieta que pudiera tener nuestra madera.
¿Qué aceites no están recomendados? Aquellos que llevan tratamientos con barniz (la mayoría de los productos que se venden en droguerías y supermercados para muebles y/o suelos de madera), productos con aditivos (los preparados para cocinar como el aceite de oliva o que no son naturales ya que se refinan para comercializarlo como el aceite de coco), aceites «gordos» como el de linaza o el de coco.