Había una vez una mujer llamada Cecilia. Ella vivía en Roma y decidió ser Cristiana, a pesar de ser una religión perseguida y castigada en aquellos años (siglo I después de Cristo) por los Romanos, que consideraban el Cristianismo como una secta maligna.

Sus padres, intentando ocultar ese cambio en sus creencias, decidieron casarla con un hombre no cristiano, y así guardar las apariencias. Cecilia, durante toda su boda no cristiana, estuvo cantándole a Dios mientras los músicos tocaban. Después de esto, encontró en la música su refugio para orar, demostrando una atracción increíble hacia los acordes y los instrumentos.

Pasaron más de mil años y, en 1594, el Papa Gregorio XIII (famoso por cambiar el Calendario Juliano creado por Julio Cesar por el Calendario Gregoriano, el que usamos hoy en día), reconociendo su espíritu sensible y apasionado por la música, la nombra patrona de los músicos.

Ese momento del nombramiento era la época de compositores como Tomás Luis de Victoria , Orlando di Lasso, Claudio Monteverdi («in love» con L´Incoronazione di Popea!!! no podréis dejar de escucharla) Juan de la Encina (!Quién no ha cantado en su clase de coro alguna vez Ay triste que vengo! Aún me sale cantarla de vez en cuando en la ducha), Tomas Tallis … La época en que la música era parte esencial de la vida civil y religiosa… sobre todo religiosa.

La época de Ottaviano Petrucci (*), el inventor del sistema de impresión de música. Música que hasta ahora era copiada a mano, aprendida de oído o improvisada.

(*) Gracias a Petrucci han llegado hasta nuestros días obras de grandes compositores. Actualmente existe la Biblioteca Musical Petrucci. Muchos la conoceréis como IMSLP, un proyecto basado en la tecnología virtual que tiene como objetivo crear una biblioteca virtual de partituras musicales de dominio público. El proyecto comenzó en 2006 y ya cuenta con más de 375.000 partituras, lo que la convierte en la mayor biblioteca de partituras de dominio público. Pero a este tema le dedicaremos algún día un capítulo a parte.

La época de la Viola de gamba, la flauta de pico, el cromorno, el laúd, la lira, la zanfona, de la polifonía, las danzas, el ricercare, el contrapunto, el villancico (si, el villancico es un tipo de composición musical español)

La época de Shakespeare, Cervantes y su Quijote, Lope de Vega, Galileo Galilei, René Descartes, Francis Bacon, Caravaggio, El Greco…

En definitiva, una época de cambios, experimentación, nuevos intentos, y de inestabilidad tanto política como religiosa.

Y esto ya para los mayores: ¿sabéis que?, pues todo esto fue un error de traducción.

Cuando se descubrió su ascendencia religiosa, Cecilia fue torturada hasta la muerte.

El texto original que apareció en el año 500 más o menos, que habla de Santa Cecilia y que se llama «Actas de Martirio de Santa Cecilia» decían:

«Venit díes in quo thálamus collacatus est, et, canéntibus [cantántibus] órganis, il•la [Cecilia virgo] in corde suo soli Domino decantábat [dicens]: Fiat Dómine cor meum et corpus meus inmaculatum et non confundar.

«Vino el día en que el matrimonio se celebró, y, mientras sonaban (error de traducción) los instrumentos musicales (error de traducción), ella (la virgen Cecilia) en su corazón a su único Señor cantaba [diciendo]: Haz, Señor, mi corazón y mi cuerpo inmaculados y no sea yo defraudada»

En realidad los códices más antiguos no dicen canentibus organis (canentibus como sinónimo de cantantibus), sino candentibus organis, Caecilia virgo... Los «órganos» no serían ‘instrumentos musicales’, sino ‘instrumentos incandescentes’ (instrumentos de tortura), y la antífona describiría que Cecilia, ‘entre las herramientas candentes, cantaba a su único Señor en su corazón’. El texto no se referiría al banquete nupcial, sino más bien al momento del martirio.

La palabra latina órganis es el plural de órganum, que significa ‘instrumento musical’, y se tradujo como ‘órgano’. Entonces la frase ‘mientras sonaban los instrumentos musicales, ella le decía al Señor’ se volvió ‘ella cantaba y se acompañaba con un órgano’. Y así Cecilia se volvió patrona de la música, y a partir del siglo XVI se empezó a pintar a la santa cargando un pequeño órgano y otros instrumentos (un clavicémbalo, un laúd, etc.).

Así que, con esta información, ¡Feliz día a todos los que tocáis un instrumento, cantáis en casa, esuchais música o la curiosidad musical os ha llevado hasta este blog! Que tengáis un gran día.

Un apunte más ¿ sabíais que además es patrona de los ciegos y los poetas?

Publicado por creciendoconsuzuki

Hola, Soy Mabel y soy Mamá y profesora Suzuki. Este sitio web se creó con intención de compartir anécdotas o consejos que puedan ayudar a todas las familias suzuki.

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