Uno de los brazos del triángulo fundamental en la enseñanza del Método Suzuki son los padres.
Mientras que las distintas etapas evolutivas de los niños están perfectamente documentados y delimitadas, especialmente por Piaget y Vygotsky, (poned en San Google estadios evolutivos de los niños…) no sucede lo mismo en cuanto a la evolución de Ser Padres.
Ellen Galinsky, en su libro “Entre dos generaciones: los seis estadios evolutivos de los padres” enumera los siguientes estadios:
1.- Estadio Imaginativo o prenatal: Cuando uno toma la decisión de ser padres o descubre que está esperando un bebé, se imagina a sí mismo en el rol paterno y se prepara mentalmente y fisicamente para afrontar el nacimiento y afrontar los cambios en su vida.
2.- Etapa de crianza (desde el nacimiento hasta que el niño comienza a decir “No”. 18-24 meses): Caen en la realidad del nacimiento y la realidad del trabajo que se llevan a casa. Los padres se encontrarán ante la duda de qué se debe hacer con un niño y la enorme sensación de amor y protección hacia ese nuevo ser. Cambiarán su identidad y pasarán de ser alguien en sí mismos a ser madres o padres de alguien. Y descubrirán que el trabajo de ser padres no tiene fin, no tiene horario, no tiene vacaciones.
Es una etapa de descubrimiento. Mientras los padres descubren una nueva faceta de si mismos, de sus habilidades como padres y van descubriendo a su hijo, el niño va descubriendo el mundo que le rodea.
3.- Etapa de la autoridad (2-5 años): Los niños y los padres existen en un mundo creciente y cambiante. Se desarrolla la disciplina, las habilidades, se establecen las relaciones sociales. En esta etapa los padres deben determinar el ámbito de la autoridad, la comunicación y establecer las reglas. Durante este proceso, los padres comienzan a sentirse más lejos del niño y comienzan a comprender que el niño no es una extensión de sí mismos. A su vez, deben establecer y decidir el tipo de autoridad en la familia de cada uno, así como otras figuras de autoridad en la vida del niño (abuelos, profesores, niñeras, vecinos,…). Es una etapa donde, conforme el niño crece, se deben establecer las pautas del desarrollo de la familia (cómo de protector ser, cómo tener tiempo para uno mismo-la pareja-los niños, conciliación familiar-laboral, tener éxito en todas las facetas y roles personales,….)
4.- Etapa interpretativa (6 años-adolescencia): Esta etapa comienza con evaluaciones y anticipaciones. Los padres comienzan a evaluar su papel en la educación de los primeros años de sus hijos, que aspectos necesitan ser revisados y establecen sus propias teorías acerca del ser padres. A su vez, se forman imágenes de cómo será el futuro. Ésta autoevaluación no es algo genéticamente programado. A veces puede ser causas de cambios drásticos, problemas de comportamientos de los hijos, mudanzas, enfermedad o divorcio.
Además, conforme el niño crece, la separación va creciendo y los padres deben decidir cómo de involucrados quieren estar emocional y físicamente, y cómo manejar ésta situación.
5.- Etapa de la interdependencia (adolescencia): Durante éste período, la relación paterno-filial tiene rápidos y dramáticos cambios. Las labores paternales siguen estando ahí, pero es también una etapa con una respuesta emocional intensa por parte de esa “nueva persona” que puede incluir enfado, odio o culpa. Se debe definir una nueva relación de autoridad en la cual el control paterno vaya disminuyendo de forma progresiva. La comunicación con los adolescentes puede ser complicada. Se debe encontrar un nuevo equilibrio estableciendo nuevos límites y proporcionando a la vez una guía que permita ayudar al niño a tomar decisiones y establecer su independencia. El aumento de la separación y la realización de las propias metas por parte del adolescente puede no ser del agrado de los padres, y las expectativas que éstos tienen acerca del futuro de sus hijos pueden crear hostilidades, remordimientos así como orgullo.
6.- Etapa de partida: Según varios estudios, todos los padres tienen una idea preconcebida acerca del momento adecuado para la marcha de los hijos. Para algunos, esto ocurre cuando los hijos se marchan a estudiar fuera. Para otros, después de encontrar un trabajo o el matrimonio. Los padres están preparados para éste momento desde el nacimiento del niño. Y cada pequeña separación a lo largo del desarrollo del niño es una sombra que prepara para éste momento.
Durante éste período , los padres se centran más en el pasado y el futuro que el presente, mientras que el niño (ya no tan niño) se centra en su propio presente, en los hechos de su día a día. Es durante éste proceso cuando los padres revisas sus expectativas acerca del futuro de sus hijos, sus éxitos y sus errores en la educación y deben aceptar la edad adulta de sus descendientes.
En el libro “Una vez mi hijo, ahora mi amigo” la autora cuenta cómo, visitando a su hija y su familia, acabaron discutiendo acerca las lealtades familiares. Ella veía su familia como un gran árbol, con la familia de su hija como una gran rama que formaba parte de él, creciendo desde el tronco principal. Cuál fue su sorpresa cuando descubrió que, su hija, veía su familia como un árbol nuevo y completamente separado.
La labor de los padres nunca acaba y una vez que la crisis ha pasado, la relación adulto-adulto se restablece creando una nueva relación padres-hijos.
Una vez le pregunté a mi padre: “Papá, ¿cómo sabes que tomaré la decisión correcta?” a lo cual me contestó “Confío en que te he dado la mejor educación posible y ésta dará sus frutos”.
Supongo que eso es lo que queremos todos los padres que llevamos a nuestros hijos a estudios musicales, dar la mejor educación posible, para asegurarnos que luego dará sus frutos.